El cuento que me regalaste...

Una estrella alojada en el firmamento... que cuenta que hace muchos años fue testigo de una historia que cautivo su atención...
aquella historia de dos personas alejadas, que habian sido extraños, hasta que en un momento determinado, se encontraron de casualidad... y que entre extraños se vieron, se miraron detenidamente, pero con cierto recelo....
trataban de escuchars el uno al otro pero entre tanta bulla no lo conseguian, hasta que a uno se le ocurrió escribir algo en una nota y hacerla viajar hasta sus manos... ella la abrió e impresionada la leyó y la respondió aceptando la invitación de aquel extraño que veia a lo lejos del pasillo, pero que su mrada lo hacía confiar..
con sospecha, pero con una calma en su corazón se dirigió hacia donde había sido llamada...
era un pequeño patio donde la luna iluminaba una pequeña pileta... y ahi sentado al lado de ella esperaba un joven nervioso que analizaba cada palabra que iba a decir...
en ese momento él se da cuenta de su presencia y sin vacilación alguna se levanta y queda frente a frente a ella... en ese momento se dieron cuenta que no eran necesarias las palabras... que bastaba haber encontrado sus miradas para darse cuenta que era el otro la persona que ellos tanto anhelaban...

y tomando sus manos, acercando sus cuerpos se hicieron uno... generando un destello enorme, que los hizo viajar al infinito para contarle al universo entero que habían encontrado aquella mitad que creían perdida en la eternidad...

Mirada baja

Existe quienes caminan con la mirada baja, observando la punta de sus zapatos, como queriendo memorizar cada pisada que dan. Transitan por el centro de Santiago, entre la multitud que poco a poco los consume. No son capaces de hablar ni consultar cuando estan perdidos, ya que sienten que su voz no será escuchada. Prefieren dar mil vueltas buscando su destino, un trabajo dificil, ya que al no levantar su mirada no son capaces de ver cual es el nombre de las calles que transitan. Se hablan a si mismos, comentando que estan perdidos. Se visten de colores oscuros, ropa poco llamativa, para de alguna u otra forma mimetizarse entre la gente, tal cual lo hacen los moluscos en las rocas del mar. Se quejan de no ser escuchados, pero si solo hablarán un poco mas fuerte, y miraran a los ojos al hablar, todo sería diferente.

Son y han sido siempre los llamados "seguidores". Se cobijan en quienes si tienen la fuerza para hablar fuerte, en quienes se creen representantes de la mayoria, en quienes caminan con la mirada en alto, en quienes creen tener la razon...