miércoles, 31 de agosto de 2011

Una experiencia metrística




Y vas entre ese tumulto de gente. Wow! Pero que cantidad de individuos, de dónde salen?.
¿Ahí no dice: "dejar bajar antes de subir " ?. Pero no, no falta la personita inadaptada que hace caso omiso a los miles de mensajes pegados en las puertas, escaleras, piso y aaah, que terrible. No alcanzas a poner un pie fuera del metro y ya se te viene ese mar de personas encima que te empuja hacia dentro.
Y tú dices : Noooo, diablos, rayos y centellas. Ésta es mi estación. Demonios, déjenme bajar. Luego de un par de empujones logras salir, pero no. Claro, saliste tú, con tu cuerpecito todo apretujado, y el bolso que llevabas, dónde está? tic tac tic tac tic tac, el metro ya se va. Maldita sea! Mi bolso quedó dentro, apretado entre ese aluvión de gente. Y que haces?... Pones una cara de idiota que no te la quita nadie, digna de una foto para jaidefinichon.com, y gritas: Señor, señor, mi bolso mi bolso!!!. Y te metes entre medio a rescatarlo a empujón limpio . De pronto: Pip! Puertas cerradas, contigo y tu bolso dentro del vagón.

Un minuto después, te encuentras una estación más allá de tu destino, toda desarmada, chascona y con la vergüenza de haber puesto quizás que caras a las personas que estaban dentro del metro con tu bolso incrustado en las piernas. En ese momento te bajas, toda digna, suplicándole a todos los santos que nunca más te topes con aquellos individuos en el metro, o que por último tu cara en sus memorias no dure más de un día.





martes, 30 de agosto de 2011

Soleado será mañana


Nunca he pedido que mis días sean fáciles, que las semanas sean simples, y que mi vida no tenga complicaciones. Según mi perspectiva de ver la vida, las dificultades te enseñan a reaccionar, a enfrentar la adversidad, a obtener conocimiento, a nutrirte de la experiencia, y consigo muchas cosas más. Lo importante es siempre sentirnos capaces de enfrentar cada prueba. Por muy cruda que sea vea, auto-convencernos de que tenemos las armas para seguir caminando, que el tiempo está a nuestro favor. Y que si hoy hay lluvia, en un mañana próximo habrá un día soleado, que quizás te regale hasta un arcoiris.

Si me aseguro con aquello, de que ese mañana existirá, estoy segura que el presente dificultoso será mil veces más llevadero. Porque sé que esto tendrá un final.