martes, 18 de enero de 2011

Cáncer Mental


Creía ser una chica que vivía dentro de lo cotidiano, como se dice, normal. Bueno, normal dentro de cierta anormalidad creo. Estudiante universitaria, a veces aventajada, a veces no. Trabajaba, a veces con ganas, a veces sin. Mis días libres me levantaba temprano, a veces no. Osea para mi, todo era relativo. Dependía del horóscopo, del cosmos, de los astros, del sol, de la luna, de las nubes, de la lluvia. Todo era relativo.
Salia con mis amigos, pero como las tareas, labores y la flojera era mayor, mejor hablar por chat, a lo mas, por vídeo llamada. Era lo máximo que daban mis energías. Y bueno, me tacharon de floja, de dejada, de despreocupada, de ingrata y bla bla bla, en fin, me daba lo mismo. Porque así y todo, siempre cuando se me necesitaba yo estaba allí.
Por la noches veía bastante televisión, ademas de chatear. Veía noticias, porque no me bastaba con leer el diario, yo necesitaba imágenes casi en vivo. Así que me paseaba por todos los canales viendo las ultimas noticias del día. Osea era floja, pero una floja informada. Luego algún otro programa ridículo para reír un rato, después algún reallity, donde podía un poco analizar el actuar de las personas, hacía mis propios análisis psicosociales, y para finalizar, veía lo que pillaba en la televisión, daba casi lo mismo que programa, ya que a las 2 am es difícil regodearse. Y me encuentro con estos típicos resúmenes de programas médicos,donde siguen el caso de alguna persona, con algún trastorno, o enfermedad quizás poco usual o de difícil tratamiento. Al principio no le presté mayor atención, ya que facebook me llamaba con sus notificaciones, tenia muchas cadenas que eliminar de mi correo, y algún juego vicioso ocupaba el 90% de mi atención.
Sin darme cuenta comencé poco a poco a prestar atención, un caso clínico que me impactó.
Un hombre de 30 años, que estaba aproblemado con su enfermedad. Sin mayores antecedentes, sin mayores investigaciones previas, sin especialistas en el área. Un caso inedito. Era cáncer.
Pero qué cáncer? si sobre el cáncer hay estudios para tirar a la chuña, pero ninguno con soluciones, pero de que hay estudios, hay.
Éste era un cáncer inusual, no era cáncer gástrico, ni a la sangre, ni mamario, ni a la próstata, nada de eso. Era cáncer mental.
Lo primero que pensé fué : pero que diablos es eso?, no será algo así como cáncer cerebral?, el típico maldito tumor que se aloja en algún rincón de tu cabeza o cerebro y que te embarra la vida?
Pero no. Comencé a seguir el programa con mas atención. Era un cáncer con características de cáncer, con síntomas de cáncer, con células cancerígenas, y todo cancerígeno, pero que no provocaba tumor. Osea solo células que se pasean por tu cuerpo, afectando solo tu mente, pensamientos, hasta sentimientos. Casi como un síndrome, que te acarrea déficit atencional, bajos niveles de energia, pero lo peor, desapego emocional. Osea no logras conectarte con sus emociones. Pierdes la capacidad de sentir, de querer, de amar. No sientes ganas de ver a quienes eran tus seres queridos, si lo ves, bien, y si no, bien también. Solo visitas a lo lejos a ciertas personas, pero solo por rutina, por costumbre.
Osea en resumen, eres un ente que respira, come, hace sus necesidades biológicas, produce para el país, y chao, sería.
Lo primero que pensé fué : oh, que pena para él, que triste vivir así, que lata para su familia y sus amigos, y mas encima no tiene tratamiento.
Luego la transmisión del canal terminó, apagué la tv, y a dormir se ha dicho.
Al dia siguiente muy temprano me levanté para ir a trabajar, subo al metro tren, como siempre muy apurada, y solo metida en mi mundo. Mp4 reproduciendo, volumen a todo dar, audífonos en mis oidos y no hay más.
En un lapsus, miro hacia el frente, e iba otro chico con mochila, también con audífonos y en su mundo. Miro hacia el lado, un caballero de terno y corbata, con audífonos y en la misma situación. Y bueno, como no tenia nada mas que hacer, me puse a contar cuantos viajeros iban escuchando música, despegados del mundo en común, Solo involucrados en su mundo individual. Eran 21 personas con audífonos, y 4 sin audífonos. Dos ancianos, un bebe, y la madre de este bebe. Osea solo 4 personas compartían una misma realidad. Todos los demás, teníamos universos diferentes. Toda esa situación me hizo recordar el programa que había visto la noche anterior. Pero seguí con mi rutina sin darle mayor importancia.
Llego al trabajo, entro a mi email, y había una invitación para un cumpleaños. Una tarjeta digital, que indicaba la hora, la fecha y el lugar. Lo primero fué: a ver mmmm, que tan importante es este amigo para mi? se molestará si no voy? total, un invitado mas uno menos? podría decir que estoy enferma, que me enfermé en ultimo momento, que no puedo ir, que me duele la cabeza, o no, ya sé, que me duele el estomago, o que tengo un virus altamente contagioso, si, esa idea me gusta. La idea es no ir, para que, ademas hay que gastar en regalo, ir cansada, y poner cara de : sii, wow, que entrete estoy. Nah, para que. Mejor enfermarme de un virus altamente contagioso.
Continué con mi día, y a la hora de colación se une a mi una compañera, de aquellas que buscan cualquier persona para desahogar sus penas. Ahí dije: no, no puede ser. Quiero un almuerzo en paz, tranquila, sin escuchar problemas ajenos, que a mi no me van ni me vienen. 20 minutos después, me encontraba sentada junto a ella, pasándole pañuelos desechables para que se limpiara la cara, ya que no paraba de llorar y llorar y llorar. Yo solo decía: si?,oh, lo siento, que mal, demas, pucha, si?, oh, lo siento, que mal, demás, pucha, y bla bla bla. Una hora en eso. Vuelvo a mi puesto de trabajo, y fué como que lata, pero no me interesa. A trabajar se ha dicho.

Ya me quedaba solo una hora de mi larga jornada laboral, bien, genial, que haré después del trabajo?. Obvio, ir a casa, descansar, comer y chatear. Y en ese mismo momento mi cabeza hizo "click"... flash back... 8 am, metro, mp4, música, 21 personas.... invitación cumpleaños, enfermedad, virus altamente contagiable.... almuerzo, si? oh, que mal, lo siento, pucha...
Pero que diablos, que pasa con mi vida... chan chan chan! nooooooo, no puede ser... tengo cáncer mental. cansancio, desapego emocional... si, yo tengo todo eso.
En ese momento sentí que los estribos de mi vida se habían aflojado, que ya no estaba todo friamente calculado como creía. Me sentía enferma, y mas encima gravemente enferma.
Miré mi entorno, y los colores se fueron. Poco a poco el mundo o mas bien, mi mundo, perdió el color, todo era blanco y negro. Los sonidos eran débiles, mis pisadas no tenían ningún significado. De un minuto a otro tomé conciencia, mi vida estaba vacía.

Ahora estoy en mi habitación escribiendo, y pensando en todo lo que me ha sucedido, en lo que he sentido, y en lo que he observado. Que puedo pensar?
Será que esas 21 personas que iban por la mañana en el metro escuchando música igual que yo, solo involucrados en su propio mundo, padecen de la misma enfermedad? cáncer mental?
No nos interesa el resto, ni que les suceda, mucho menos lo que sientan. Solo producimos. Pero no producimos amor, felicidad, amistad. Producimos ganancias, ganancias netas, productos, ventas, y bla bla bla.
Será que solo esas cuatro personas que vi en aquel metro sin audífonos y música, viven?viven la vida?
Los dos ancianos, quizás cuantos años de casados, que ahora solo disfrutan de los paseos para la tercera edad, salen, viajan, van a las tanguerías, bailan, pintan con oleo, disfrutan de sus nietos, y recuerdan sus años mozos.
El bebe, un pequeño con ansias de conocer, de aprender, de vivir, de obtener herramientas, de caminar, de hablar, de entender y de comprender.
Y su madre, que vive para su pequeño, y que solo piensa en cuidarlo, y entregarle todo el amor posible, todo el amor que sea capaz de aguantar su corazón. Que día a día se levanta para ver los ojos de su pequeño brillar. Y que es quien le entregará las primeras herramientas a ese pequeño para que salga al mundo y pueda decir: aquí estoy, así soy, y quiero vivir.