viernes, 4 de marzo de 2011

Nota ajena


Era tarde, tenía todo planificado. La multitud inundaba las tiendas entre compras, bolsas, papeles de regalo y tarjetas de crédito. Y yo, disimuladamente me dirigía hacia mi destino.

Luego de unos minutos logro divisar mi meta. Aquella tienda que desde pequeña encandiló mis pupilas al ver tan maravillosas creaciones. Habían de viento, de cuerdas y de percusión. De lo que te pudieses imaginar.

Con mis lentes oscuros quise pasar de desapercibida, hasta que logré tomar aquel tan preciado objeto. Rápidamente lo meto en mi bolsillo. Era algo inquieto, se movía bastante, mientras yo con mi mano intentaba que eso tan valioso no evidenciara lo que yo acababa de esconder.

Sigilosamente comencé avanzar hasta salir de la tienda.

Sentía que el camino era infinito, que todos me miraban como acusando los hechos y que jamás llegaría a casa. Caminé y caminé, siempre con la mirada baja. No quería ser descubierta. Cuando de pronto, bruscamente frente a mi veo los pies de alguien. Subo la mirada . Era un joven. Vestía camisa a cuadros, jeans y una zapatillas iguales a las mía, pero en otro color, por lo demás se veía bastante guapo, y me dice: Hola buenas noches, ubicas la calle emmm déjame leer la dirección. En ese momento saca de su bolsillo un papel doblado en muchas partes, donde tenía apuntada aquella dirección.

Y me repite: ubicas la calle müzik a la altura del 216?

Me puse hacer memoria, ya que creía haber oído antes aquella calle. Cuando de pronto mi celular comienza a sonar. En ese instante, producto también de mi nerviosismo, saco mi móvil del bolsillo y con él, volteo todo lo que dentro de aquel lugar tenia. Que vergüenza, que torpe soy, fue lo único que atiné a decir. Él amablemente me dice: contesta, yo recojo todo. Atiendo el celular, era mi mejor amiga, que en el momento menos indicado me llamaba para contarme sus dramas con su esposo. Solo recuerdo que le dije : si, si, si, ok, ok, ok, bueno, te parece si te devuelvo el llamado mas tarde? y luego corté.

Sonrojada miré aquel chico, y pidiéndole disculpas le pedí mis pertenencias que sostenía en sus manos. Pero mi vergüenza aumentó. Todo lo que recogió eran papeles de dulces y las llaves de mi departamento. Obviamente no se abstuvo de emitir algún comentario, diciendo: Espero que no sufras de diabetes! A lo cual instantáneamente respondí con risas que luego le contagié.

Mi memoria reaccionó, y pude indicarle de buena forma donde quedaba la dirección que él buscaba. Ante lo cual se mostró muy agradecido. Nos despedimos y retomé mi camino. Solo que las cosas en algo cambiaron. Me fui con la imagen de aquel chico en la retina. Sus ojos, el tono de su voz, todo era digno de llamar mi atención.

Llego a mi hogar, corro las cortinas y en medio de la luz tenue de una lámpara me siento a descansar. Cuando de repente reaccionó y digo hacia mis adentros: rayos! mi bolsillo.

Meto una de mis manos en él, pero no había nada. Aquel objeto tan preciado que tanta planificación me había costado obtener, ya no estaba.

Poco a poco, como a una película, comencé a rebobinar mi memoria. En el momento que contesté mi móvil, debo haber tirado aquella nota musical que me había atrevido a robar de aquella tienda color amarilla.

Qué rabia, que lástima, que pena. Todo mi esfuerzo quedó en nada. Y aquella nota musical plagada de emociones, fundada en un sonido y una razón, que tantas ganas tenía de escuchar, debe estar siendo disfrutada por un extraño, que no hizo mas que encandilar mi mirada con su presencia, su voz, y aquel aroma a olvido.


Recuerdame que debo decir algo que no tiene palabras


Se ha nublado. De la nada el sol ha sido cubierto por aquellas nubes. Aquellas nubes que transportan tu recuerdo e imagen a mi memoria. El viento entra por la ventana y acaricia mis mejillas. Como si con la punta de tus dedos acariciarás cada centímetro de mi rostro. Será que desde tu sitio haz soplado las nubes para que lleguen a mi?

La luz del cielo encandila mi mirada. Me voy a blanco y solo se refugia en mi memoria fotográfica aquella escena donde un chico de mirada constante y transparente, bebiendo una copa de vino observa el mundo vacío de emoción y razón, intentando ser invisible ante todos, menos para mi.

Mientras en mi lugar la ventisca invade mi ser, tú donde estás?

martes, 1 de marzo de 2011

The Lost Thing Trailer

Las cosas o personas hermosas y/o especiales, siempre están cerca, solo las dejamos de ver.


Observa, detente un momento, y no dejes de ver.-