Y la lluvia cae, como una tarde cualquiera de otoño - invierno. Y desde mi ventana de par en par abierta ,observo como el agua se lleva la tierra, el desperdicio, los malos momentos y el pasado amargo que inundó mi existir.
Como huele, como huele el aire. Huele a tierra húmeda, a campo , a cosecha de temporada. Huele como el sur, como los amaneceres de agosto, como los domingos de julio.
Y ese sonido, como palo de agua enfurecido, como el rió tempestuoso que baja irritado por su cause por haber sido hielo y ahora ser agua por culpa de la luna roja que le ha quitado su forma original.
Aquel cause enervado, que a su paso se lleva el musgo como el tiempo se lleva el vivir oscuro de aquel ser gris alimentado de miedo caminando por el bosque todo encapuchado
Y ese viento prometedor que osa con acariciar mis mejillas, con aroma simple, que jura y promete con solo existir que aquel pasado negro y turbio serán solo parte de un inexistente existir.
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